La Iglesia Vida Plena en Cristo ubicada en el barrio 4 de Octubre, noveno anillo, zona del palmar, San Aurelio al sur de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra., Av. 16 de Julio, 5 cuadras antes de la parada final Línea 58. Dos cuadras al lado Oeste del Centro Policial 4 de Octubre.
De manera voluntaria donaron el terreno a las Asambleas de Dios de Bolivia, para la construcción de una iglesia. El encargado del seminario de las Asambleas de Dios de Bolivia, invitó a todos los hermanos del seminario a evangelizar en ese lugar
El domingo 10 de septiembre del 2006 por la tarde se celebró el primer culto, bajo las sombras de un árbol de penoco que había en la esquina del lote y con una sola familia.
El mismo día se designó al pastor Josué Sánchez y su esposa Ángela de Sánchez como pastores encargados de la nueva Iglesia.
Así se comenzó con los cultos, un buen tiempo solo domingos por las tardes.
En constante oración se pedía por la construcción, orábamos primero por un cuarto y tuvimos dos cuartos, hoy tres. Luego oramos por un templo y en esos días se abrieron las puertas y vinieron un grupo de misioneros con material y mano de obra y nos construyeron el templo, parecía algo muy lejano, tener un templo tan grande y tan bonito, pero el Señor lo hace y para Él no hay imposible, y dice su palabra pide y se te dará toca y se te abrirá (Mateo 7:7), pues solo hay que creerlo.
Sin embargo no terminaron el templo, nos dejaron sin techo, porque el Señor quería que siguiéramos orando, así lo hicimos ayunando, clamando, orando desde las cinco de la mañana y por otro milagro tuvimos el techo.
Esperamos estrenar un templo bien terminado y hermoso para este cuarto aniversario 10 de septiembre del 2010; ya estamos a punto de terminar la obra fina que sigue siendo producto de maravillosos milagros del Señor por nuestro constante ayuno, oración y trabajo con los hermanos voluntarios y otros.
Se ha logrado un crecimiento considerable tanto en lo material y la membresia como también en lo espiritual.
El Señor da, pero también requiere esfuerzo de nuestra parte, el deseo de servir al Señor y trabajar para llevar adelante su obra y tener madurez en la Fe.